Ser
judío en la Alemania nazi, era como llevar el signo de la muerte marcado en la
frente. Muchos de aquellos judíos corrieron a refugiarse en países vecinos,
pero la sombra del nazismo cubrió media Europa, y con ella su política de
exterminio. Países como la República Checa, Austria, Francia, Holanda, Bélgica
o Hungría, entre otros, acabaron por convertirse en una trampa mortal de la que
ningún judío podía escapar.
Sin embargo, cuanto más aciago parece el destino
y más sombría la esperanza, con más fuerza surgen héroes inesperados. Tal es el
caso de nuestro protagonista de hoy, el olvidado Ángel Sanz Briz, «el ángel de
Budapest».
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conocer su historia? ¡Seguid leyendo!