La sinceridad… una palabra que a día
de hoy, por desgracia, suena incluso a chiste. Estamos tan acostumbrados a la
mentira, o al ocultamiento de la verdad, que hallar a una persona que actúa sin
malicia, sin fingir y/o mostrando abiertamente cuanto conoce, es decir a una
persona sincera, es casi tarea de arqueología.
Se dice que el verdadero origen de
la palabra, a pesar de lo que pueda parecer, proviene de los escultores
renacentistas y de cómo trataban de ocultar los defectos de la propia talla.
¿Pero es realmente ese el origen etimológico
de la palabra «sinceridad»?
Sigue leyendo para saberlo.
Nos remontamos allá al Renacimiento
en España, donde los imagineros y/o escultores realizaban sus tallas a golpe de
martillo y cincel. No era fácil, y era muy común errar y que la pieza se
quebrase donde no debía, haciendo imposible volver a recomponerla. De ahí que
cuando esto sucedía se le aplicase cera a la zona a fin de cubrirla y
enmascararla de cara a los ojos del gran público (o incluso del comprador).
Pero descubierta esta argucia, podemos comprender que las mejores tallas, y que
demostraban a todas luces la calidad de la mano del escultor, eran aquellas
obras «sin cera».
La historia es preciosa, pero según
los estudiosos, parece ser una teoría muy arraigada que no se sostiene. La
realidad es que ya Cicerón en el S.I de nuestra era lo usó con el mismo
significado que a día de hoy. Del mismo modo, Tácito en el mismo siglo utilizó
la palabra sinceram como sinónimo de «puro»
o «libre de mezcla» para referirse a las tribus germánicas y a la ausencia de
un supuesto mestizaje entre ellas.
Según los estudiosos, su verdadero
origen viene del Sem-/Sim-/Sin- de la
palabra «simplex», de donde proviene nuestro «simple», con el significado de «único».
A esto se le uniría la raíz del verbo crescere
(crecer), aunque en esto último no hay concierto entre los estudiosos.
Personalmente, ambas explicaciones
me parecen tan razonables como bellas, y aun sabiendo que la primera no acaba
de sostenerse, como diría Giordano Bruno: se
non è vero è ben trovato.
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