La bandera de Andalucía: ARBONAIDA

 

¿Sabías que la bandera de Andalucía se llama arbonaida?

¿Por qué ese nombre? ¿Y por qué los colores blanco y verde?

Si quieres conocer la respuesta, sigue leyendo.

Hoy, día 28 de febrero, se celebra el día de Andalucía en conmemoración a la fecha en la que, tras la restauración de la democracia en España, se obtuvo el reconocimiento de su identidad histórica y el derecho al autogobierno.

Pero volviendo a la bandera, el término arbonaida tiene su origen en la palabra árabe albulaida. Esta deriva a su vez de la palabra balad, que significa «mi tierra». Así, la palabra arbonaida vendría a significar «mi pequeña tierra». Este término, en realidad, deriva de una estructura lingüística propia de lenguas no escritas como el dariya marroquí, muy similar a la algarabía (el dialecto del árabe que hablaban los andalusíes en España y Portugal y de donde proviene el término Al-Andalus). Como curiosidad, en Argelia existe un pueblo llamado Albulayda, fundado en honor a la bandera que portaban árabes expulsados.

Los colores de la arbonaida, verde y blanco, simbolizan la pureza y la esperanza en el futuro. La elección de estos colores se remonta al año 756, cuando Abderraman I, durante la batalla de Al-Musara, improvisó un estandarte con un turbante verde que ató a una lanza. Y dado que la batalla fue victoriosa, desde entonces, aquel estandarte se quedó para siempre.

Otra versión casi idéntica nos cuenta que fue Abu-I-Sabbah quien clavó una lanza con un turbante blanco entre dos olivos al grito de «Esta es la bandera de Abderraman ben Muawiya. Entre estos dos árboles se ha de jurar».

El caso es que no hay una sola explicación para la bandera de Andalucía. La primera referencia documentada data del año 1051 en la Alcazaba de Almería, descrita poéticamente por Abu Asbaq Ibn Arqam de esta manera: Una verde bandera, que se ha hecho de la aurora blanca un cinturón, despliega sobre ti un ala de delicia, que ella te asegure la felicidad al concederte un espíritu triunfante.

Por otro lado, tras la victoria almohade en la batalla de Alarcos en 1195, se colgaron banderas blancas en señal de victoria y verdes en la Mezquita Mayor de Sevilla en representación del color del islam (y que hoy vemos, por ejemplo, en la bandera de Arabia). Pero es que, del mismo modo, los Reyes Católicos otorgaron un estandarte verde a las guardias viejas de Castilla en Granada.

Y por último, antes de que se adoptara la arbonaida como bandera, durante una manifestación de mujeres en Casares, ya en el siglo XX, estas ondearon una bandera verde y blanca como reclamo.

Sea como fuere, la cuestión es que el blanco y el verde acabó constituyéndose como los colores de la bandera de Andalucía, solo que en esta ocasión, con el verde como símbolo de esperanza.

 

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